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martes, 12 de junio de 2012

Terapia Familiar

Un sistema es un complejo de elementos interactuantes. Un organismo es un sistema abierto, hay exportación e importación de materia desde su interior hacia el ambiente y del ambiente hacia el interior. Esta teoría general de sistemas propone un modelo del ser humano como un sistema activo de personalidad. Afirma que el organismo mantiene un desequilibrio llamado estado uniforme de un sistema abierto, que tiende a dedicar tensiones existentes a la actividad espontánea o respuesta a estímulos desencadenantes hasta un orden y organización mayores. Esto es que el comportamiento comprende innumerables actividades, y el total relajamiento de tensiones no es un estado ideal ya que produce una angustia insufrible, alucinaciones entre otros síntomas.
La mayor contribución de esta teoría es la terapia familiar. El grupo familiar es un grupo primario natural, es fundamental para proveer la gratificación de las necesidades básicas del hombre y sobretodo de los hijos para lograr un resultado óptimo en su crecimiento y desarrollo. La familia no debe ser entendida sólo en función de las personalidades de sus integrantes, sino también hay que tomar en cuenta las relaciones interpersonales entre ellos.
Hay cinco parámetros dentro de la estructura que permiten darnos cuenta de lo funcional o disfuncional de un grupo familiar:
Autoridad: dentro de la familia la autoridad es distribuida en diferentes niveles y se manifiesta de diversas maneras. La autoridad debe quedar bien definida, lo funcional es que sea compartida de forma flexible entre los padres, ya que si alguno de ellos la monopoliza predominantemente, es posible que el otro miembro de la pareja se sienta relegado. Además es importante que ambos padres respeten entre sí las órdenes dadas a los hijos, en caso contrario estarían descalificando su autoridad frente a ellos. En algunas familias los hijos, los abuelos o los tíos tienen el poder, lo que puede generar conflictos.
Límites: son las reglas que definen quiénes participan y de qué manera.
Alianzas: ligas abiertas o encubiertas entre dos o más personas dentro de una familia.
Territorio: espacio que cada quien ocupa en un determinado contexto.
Geografía: representación gráfica de la organización familiar.

Aspectos técnicos aplicados al grupo
-Técnicas de unión y acomodamiento
Mantenimiento: el terapeuta mantiene y respeta las pautas transaccionales ya existentes, y acepta la forma de relación de la familia.
Rastreo: se hacen preguntas para clarificar cuestiones, realizar comentarios aprobadores o estimular la aclaración de un punto.
Mimetismo: el terapeuta imite o asemeje a los miembros de la familia para acomodarse a ella.
-Técnicas de reestructuración
Analizar patrones de relaciones familiares: el terapeuta favorece las relaciones familiares, ayuda a que actúen los modos de relación por medio de los cuales resuelven conflictos para saber cómo se relacionan y al mismo tiempo trata de que la familia conozca cómo se vinculan entre sí.
Establecer límites: obtener el grado correcto en el establecimiento de límites.
Escalonar tensiones o intensificar estrés: se produce estrés en diferentes partes del sistema familiar para proporcionar indicios sobre su capacidad para reestructurarse cuando las circunstancias cambian.
Designar tareas: los miembros de la familia pueden observarse a sí mismos y sus propias acciones.
Utilizar síntomas: la identificación de un síntoma en un paciente es la manifestación de un conflicto en toda la familia.
Manipulación del humor: en muchas familias predomina un humor, el terapeuta puede manipular los estados de ánimo como forma de reestructuración.
Apoyar, educar, guiar: son operaciones para aliarse al sistema familiar.

lunes, 11 de junio de 2012

Aproximaciones filosóficas (budismo zen)

Enfatiza el conocimiento directo por medio de la experiencia, en oposición al que se adquiere por medio de los libros o al académico. La práctica Zen es el entrenamiento continuo del cuerpo y la mente.
La práctica del Zen implica un entrenamiento sistemático de la mente diseñado para crear en el discípulo un estado mental que permita la realización de la iluminación. La forma indispensable de la práctica Zen es el zazen, el cual se practica de manera tradicional sentado con las piernas cruzadas sobre un cojín redondo y firme o zafu, y debe mantener una postura física precisa durante un periodo. La principal posición recomendada es el loto completo, con el pie derecho colocado sobre el muslo izquierdo y el pie izquierdo sobre el muslo derecho, expresa la unidad de la dualidad. La cabeza, cuello y columna vertebral se conservan en una línea vertical erguida, sosteniéndose todo el cuerpo en un equilibrio perfecto. El estado de conciencia que existe en esta postura es de iluminación. La armonización de la mente con la postura del zazen por lo general se logra por medio de la conciencia de la propia respiración. Cualquier pensamiento, idea, visión o experiencia inusual que ocurran mientras se practica zazen deben ser descartados como makyo, delirios o alucinaciones. No se buscan experiencias místicas, sólo sentarse, la mente y el cuerpo juntos, justo aquí y ahora. En la misma forma que la ducha practicar el zazen nos lleva a deshacernos de los pesares pasados y de las preocupaciones futuras.
En la escuela Rinzai del Zen, a menudo se utilizan koans como temas para la meditación. Koan significa “documento público”. Consiste en una anécdota, afirmación o pregunta aparentemente paradójicas que no tienen solución lógica, racional o intelectual, en tanto que el estudiante continúe funcionando en el nivel de lo relativo, la esfera de la dualidad. El koan por lo general describe acciones o palabras de un maestro iluminado que trata de empujar a un estudiante para que deje el pensamiento discursivo y entre en una realización intuitiva. Los estudiantes tienen entrevistas con el maestro para expresar su entendimiento acerca del koan, si la respuesta es rechazada, vuelve a meditarla hasta que se vuelve uno con éste, lo trasciende, puede tomar días, semanas, meses o años. Al terminar se le asigna otro koan y se repite el proceso.
Los maestros de la escuela Soto del Zen también usan koans, pero no como temas de meditación. El zazen en el Soto Zen es shikantaza, sin tema, sólo sentarse.
La práctica Zen tiene muchas otras formas, que sirven para extender la atención del zazen a la vida diaria. Kinhin es una caminata lenta ejecutada entre periodos consecutivos de zazen, mientras se mantiene la concentración y atención. Permite el descanso y que se normalice la circulación en las piernas cuando se realizan varios zazen. También pueden usarse gathas, versos cortos que ayudan a enfocar la atención en la tarea que se realiza, dedicando la actividad en forma mental en beneficio de todos los seres sensibles.
Otra forma de práctica Zen es el gassho, la unión de manos, palma con palma. Su posición es símbolo de no dualidad. Nos recuerda que la mente y el cuerpo son uno. Una mano lo representa a usted, y la otra a la persona que está saludando, o al universo entero, y se vuelve consciente de que usted y el otro son uno.
Cantar sutras también es Zen, lo importante es sólo cantar sin esperar nada de esto, se experimenta el sonido.
Comer también es una forma de práctica Zen, ya sea en los tradicionales tazones oryoki o en el ámbito cotidiano del comedor occidental. El elemento clave es mantener la atención, cuando se come sólo se come, se atienden otros asuntos cuando les llegue su turno.
Muchos aspectos de la cultura japonesa muestran la huella del Zen, se ve en la ceremonia del té, el teatro Noh, el arte de la caligrafía, la pintura de tinta con pincel, la poesía haiku, arreglos florales, la flauta shakuhachi, artes marciales.

domingo, 10 de junio de 2012

Biblioterapia

La biblioterapia es un proceso interactivo y se basa en la lectura con fines curativos. Puede considerarse o bien como un proceso de desarrollo personal, o bien como un proceso clínico de cura.
En este proceso, sus participantes la biblioterapia se trabaja en grupo y siempre con un profesional como guía- llevan a cabo discusiones con objeto de promover la integración de sentimientos y pensamientos para promover la autoafirmación, el autoconocimiento o la rehabilitación.
Existen dos tipos de biblioterapia: la biblioterapia clínica, que está destinase a personas con problemas sociales importantes; y la biblioterapia para el desarrollo personal, que se define como el apoyo literario para ayudar a un desarrollo normal y progresivo de la persona que pide ayuda.
Al profesional se le denomina biblioterapeuta, y debe poseer la habilidad de conocer los problemas psicológicos a tratar, conocer el libro que va utilizar a la perfección, y ser capaz de determinar el impacto que el libro va a tener sobre la persona y el problema a tratar. En biblioterpia se utiliza tanto literatura de ficción como literatura didáctica.
La biblioterapia puede ser un medio efectivo para el cambio de comportamiento, auto-corrección y formación de los sujetos en la realidad que será estudiada.
Es una forma de mostrar que la lectura puede transformarse en un medio para el encuentro con uno mismo, además de la obtención de beneficios culturales.

Psicodrama

Técnica creada por Jacob Leví Moreno. Considerado padre de la psicoterapia de grupos, hizo a un lado el insuficiente uso del diván para las terapias de grupos, así como también dejó de utilizar sillas para que los pacientes tuvieran libertad de movimiento y pudieran interactuar los unos con otros sin que nada estorbara.
Moreno creía en la existencia de un paraíso perdido, y la única manera de reconstruirlo es a través de la espontaneidad y la creatividad. También creía que todos tenemos diferentes roles en nosotros mismos que no son expresados provocando angustia. El psicodrama permite expresar dichos roles.
Hay tres fases:
Calentamiento: se prepara al grupo  para la escenificación, pueden realizarse ejercicios físicos, entablar conversaciones, discusiones, etc. Todo esto con el fin de aumentar la espontaneidad y creatividad para la escenificación. La fase concluye con la elección de un protagonista.
Acción: el protagonista es llevado al primer nivel del escenario, donde el director realiza una breve entrevista para conocer acerca de sus conflictos y emociones presentes. Luego el protagonista acomoda el escenario de manera que sea lo más similar posible a como sería el ambiente en que se presente el conflicto, al terminar habla acerca de las personas con las que tiene problemas y hace una representación de cada una de ellas. De entre los demás miembros del grupo se eligen a quienes interpretarán a esas personas. Comienzan haciendo escenas en donde se presenta el problema en el presente y poco a poco se realizarán escenas del pasado, logrando que el protagonista se dé cuenta de sus comportamientos y emociones inadecuadas hacia la situación, al mismo tiempo puede encontrar otras soluciones más adecuadas de las cuales elegirá la mejor para él (técnica de modelar). Una vez elegida la solución, se volverá a realizar la escena en el presente y podrá utilizar la nueva solución para enfrentar el problema. Al lograr enfrentarlo, se realizará una escena en donde se represente el problema en una situación futura para ver si la solución elegida es realmente adecuada (realidad surplus). Al terminar las escenificaciones se hace una reintegración  de los elementos vistos a lo largo de la sesión con el fin de disminuir la ansiedad e incrementar la seguridad.


Participación: el objetivo de esta última fase es lograr la catarsis grupal, se reintegra al protagonista al grupo, el director habla sobre sus problemas para hacerles saber que él también es una persona como todos los demás y que tiene sus problemas, así como se invita a los demás miembros a hablar acerca de lo que acaban de experimentar, sus emociones, e incluso algunos pueden identificarse con el problema escenificado.

Terapia gestalt

El objetivo es que las personas se desenmascaren frente a los demás participantes, esto puede lograrse al arriesgarse a compartir algo sobre sí mismos. También se pretende revivir las sensaciones que tuvieron lugar en un evento para modificarse los patrones de conducta y cambiar. No hay un orden específico a seguir, se parte de la exploración de sentimientos dentro del grupo. Sin embargo para lograr los objetivos se siguen dos lineamientos: las reglas, que garantizan el adecuado curso de la terapia; y los juegos que forman parte de la técnica y pueden trabajarse de diversas maneras. Entre los juegos se encuentran:
Diálogo: se escenifica una parte del conflicto, y puede utilizarse cuando el terapeuta se detecta una fragmentación u omisión en el relato del paciente.
Hacer la ronda: cuando el terapeuta hace algún trabajo individual con alguno de los participantes, a menudo también se ven implicadas otras personas del grupo, a lo que el terapeuta sugiere que hable con cada una de esas personas para comunicarles sus fantasías o imaginaciones.
Asuntos inconclusos: una gestalt inconclusa requiere un cierre. Generalmente es manifestado por algún sentimiento o emoción no resuelto o inexpresado, a lo que se pide a la persona que lo manifieste.
Yo asumo la responsabilidad: este tipo de terapia considera que las emociones, sensaciones o sentimientos son responsabilidad de cada persona porque le pertenecen. Utilizando esta técnica se le pide al paciente que después de cada oración añada “y yo me hago responsable”, con el fin de que tome consciencia de que él decide su propia conducta.
Proyección: cuando una persona imagina que otra tiene hacia ella un determinado prejuicio o sentimiento, se le pide que compruebe si no es una proyección. A menudo descubren que son ellas mismas quienes tienen ese sentimiento que ven en otros y lo rechazan en sí mismos.
Invertir roles: cuando el terapeuta se da cuenta de que la conducta de una persona indica una evitación latente, se le pide que asuma un rol opuesto al que realiza en el momento.
Contacto/separación: se le pide al grupo que cierren sus ojos y se ausenten, al mismo tiempo dándose cuenta del momento en que se ausentaron y en el que dejaron de hacerlo, para que después compartan su experiencia.
Ensayo: cuando un miembro del grupo teme manifestar sus emociones, se le pide que imagine qué sucedería si revelara al grupo lo que siente.
Exageración: se le pide a la persona que repita y haga movimientos exagerados, el terapeuta observa y le reporta que se dé cuenta de ellos, así también puede ver el medio que el paciente utiliza para bloquear la toma de consciencia.
Puedo ofrecerte una frase: el terapeuta estima que hay un mensaje equívoco, puede construir una frase con el mismo mensaje y preguntar al paciente que si puede decirla en voz alta y se percate de cómo suena.
Naturalmente y es obvio que: frecuentemente las personas desconfían del uso de sus sentidos y se les escapa lo obvio al buscar en otros el soporte de sus comunicaciones. Se puede enfrentar haciendo que el sujeto diga al inicio de una frase “es obvio que” y al final agregue “naturalmente”.
Puede usted quedarse con sus emociones: los pacientes al darse cuenta, quieren escapar de esa sensación de frustración, el terapeuta pide que se queden en esa emoción y la enfrente.

Terapia matrimonial

Dos modelos cognitivos de las disfunciones de la relación de pareja: el modelo de Ellis (1987) y el modelo de Beck (1988).

A) El modelo de Ellis (1987):
Este modelo distingue entre insatisfacción de pareja (I.P) y perturbación de pareja. (P.P). Uno o ambos miembros de la pareja, a partir de ciertas experiencias personales (modelos familiares de sus padres como pareja, otros modelos sociales, historia de relaciones de pareja anteriores, etc.) desarrolla una serie de expectativas no realistas sobre cómo tiene que funcionar una pareja y/o bien lleva a la relación sus propias características personales, que pueden ser incompatibles con las del otro miembro.
Este proceso produciría el resultado cognitivo-emocional de "Deseos no satisfechos" e "Insatisfacción de pareja" (I.P) A partir de esta insatisfacción uno o ambos miembros de la pareja pueden producir una perturbación de la relación de pareja (P.P); esto se desarrollaría al valorar el estado de insatisfacción anterior de modo irracional (creencias irracionales implicadas serían: (1) Exigencia de trato justo: "Tu no deberías actuar como lo haces porque está mal o amenazas mi autoestima" y (2) Catastrofismo: "Si se expresan las cosas que me no me satisfacen de la relación puede ocurrir algo horrible y no debo hacerlo".
Ambas creencias irracionales producirían un estado de perturbación de la pareja (P.P), en concreto la primera llevaría a una respuesta emocional de ira intensa y conducta aversiva hacia el otro miembro (menos gratificación o refuerzo, más conducta de "castigo") y la segunda creencia irracional produciría una respuesta emocional de ansiedad o temor intenso y una conducta inhibida (no asertiva). (Ver Fig.39). El resultado final de todo el proceso sería que la conducta de cada miembro produciría un feedback que es distorsionado cognitivamente por el otro en función de sus propias creencias irracionales.
B) El modelo de Beck (1988):
La relación de pareja suele pasar por dos fases generales: (1) "Enamoramiento": en general se trata de una relación íntima sin apenas problemas prácticos, donde se activan una serie de creencias y expectativas románticas (MITOS, fase de "Idealización de la relación") y (2) "Cotidianidad": se produciría una frustración de expectativas y creencias románticas ("Desilusión"), irrumpirían una serie de problemas prácticos (hijos, finanzas, toma de decisiones, etc.) y se "activarían" el "Pacto matrimonial" (Perspectivas personales, supuestos personales o esquemas cognitivos latentes; que mientras más egocéntricos sean, mas disfunción van a generar). Estos esquemas cognitivos suelen girar en torno a dos contenidos temáticos: (1) Interés afectivo y (2) Valoración personal. Se habrían desarrollado a partir de modelos familiares (relaciones parentales) y otras experiencias (p.e historia de pareja).
Objetivos terapéuticos
Teniendo en cuenta los dos modelos anteriores los objetivos serían:
1º Mantener una alianza de trabajo con la pareja, procurando la participación de ambos cónyuges (aunque también se puede trabajar con uno solo de ellos).
2º Aumentar el nivel de satisfacción de la relación, produciendo modificaciones en sus conductas de comunicación, expresión afectiva y resolución de problemas.
3º Que los miembros de la pareja tomen conciencia de como se trastornan emocionalmente y perturban la relación al mantener una serie de cogniciones disfuncionales; y trabajen en su modificación. Ellis (1987) indica que si hay perturbación de pareja (P.P) debe de ser el primer foco de intervención, y no la insatisfacción; ya que difícilmente la pareja colaborará en aumentar el intercambio satisfactorio se antes no elimina su fuerte perturbación emocional. Beck (1988) en cierto modo indica lo mismo; si aparece una alta hostilidad en la pareja, este debe ser el primer foco de la terapia.
Cuestionarios de evaluación
El principal instrumento de evaluación es la historia clínica de pareja (ver nuestra propuesta de historia, basada en Beck, 1988). Además existen multitud de instrumentos (cuestionarios) para la evaluación de distintos aspectos de la relación; de los que indicamos solo algunos ejemplos:
1) Ideas acerca de la relación con su pareja (Beck, 1988): Sobre 15 ítems el sujeto evalúa el grado de acuerdo con distintas creencias que las personas sostienen sobre cómo tiene que relacionarse una pareja.
2) Problemas de comunicación (Beck, 1988): Consta de dos sub-escalas; la primera se refiere al "estilo de comunicación" y se refiere a la forma que el sujeto percibe su propia conducta y la de su pareja en cuanto a la manera de comunicarse; la segunda sub-escala se refiere a "problemas psíquicos" en la comunicación y se relaciona con las consecuencias emocionales y conductuales percibidas de la conducta comunicativa de la pareja.
3) Problemas de relación (Beck, 1988): El sujeto valora sobre 4 áreas de la relación (toma de decisiones, finanzas, relaciones sexuales y tiempo libre) el grado de acuerdo percibido entre él/ella y su pareja.
4) Convicciones acerca del cambio (Beck, 1988): Recoge 4 áreas que suelen producir resistencia al cambio de las relación o participación en la terapia (opiniones: derrotistas, auto-justificadoras, argumentos de reciprocidad y culpar al cónyuge como causante del problema). El sujeto puntúa el grado de acuerdo con una serie de opiniones.
5) Expresiones de amor (Beck, 1988): Recoge 4 tipos de pensamientos negativos (Dudas sobre si mismo, dudas sobre el cónyuge, deberías y negatividad). El sujeto evalúa la frecuencia con la que se presentan.
7) Cuestionario de satisfacción marital (Lazarus, 1983): Sobre 11 ítems el sujeto evalúa su grado de satisfacción percibida en la relación de pareja. Da una puntuación total sobre el grado de perturbación medio, y el análisis más minucioso de sus ítems permite evaluar distintos aspectos problemáticos de la pareja. Es útil por su brevedad, entre otros aspectos.
8) Cuestionario de áreas de compatibilidad-incompatibilidad (C. Serrat, 1980): Sobre una lista de 38 áreas de relación de pareja, el sujeto evalúa su grado de satisfacción.
9) Cuestionario de intercambio de conducta en la pareja (C. Serrat, 1980): Sobre 5 áreas de relación (comidas y compras, tareas domésticas, sexo y afecto, cuidado de los hijos y finanzas /economía), el sujeto evalúa el grado de satisfacción y deseo de cambio.

Historia clínica para la evaluación de parejas (Ruíz, 1991)
1. Descripción de puntos débiles y fuertes de la relación:
Descripción de problemas. Atribución. Objetivos de cambio.
Descripción de áreas positivas. Atribución.
2. Estilos personales:
Descripción de los mayores problemas de comunicación. Atribución. Objetivos de cambio.
Descripción de mayores problemas de expresión de afecto. Atribución. Objetivos de cambio.
Como intentan resolver los problemas descritos en el punto 1 (puntos débiles). Atribución. Objetivos de cambio.
Descripción de mayores problemas en la relación sexual. Atribución. Objetivos de cambio.
3. Perspectivas personales:
Descripción de la pareja. Mayores virtudes y defectos.
Características del compañero ideal.
Opiniones de cómo debe desarrollarse un matrimonio. Roles.
4. Experiencias personales:
Relación matrimonial de los padres. Problemas. Roles. Con quien se identifica más, y en qué aspectos.
Historia de pareja. Expectativas y Desilusiones.
5. Expectativas terapéuticas:
Objetivos.
Dificultades anticipadas.
6. Observaciones en la interacción en consulta:
Problemas de comunicación.
Hostilidad.
Resistencias a la terapia.
Intentos de "alianzas".

Proceso de intervención
Nos centramos ahora en el procedimiento seguido por Beck (1988):
1ª FASE: Evaluación de los problemas y conceptualización de los mismos. Se recogen las siguientes áreas: problemas generales, expectativas terapéuticas, estilo comunicativo, estilo de expresión de afecto, medios de resolución de problemas, experiencias personales y perspectivas personales
(Ver historia clínica, Ruiz, 1991).
2ª FASE:
2.1. Si solo colabora un cónyuge en la terapia:
1º Cambio de perspectiva personal: intervención preferentemente cognitiva; modificación de pensamientos automáticos y significados disfuncionales.
2º Cambio de conductas personales: estilo de comunicación, expresión de afecto y resolución de problemas; técnicas conductuales.
2.2. Si colabora la pareja (si ambos se presentan en las sesiones, aunque alguno sea reticente a la terapia):
1º Afrontar las resistencias al cambio detectadas: Es frecuente que uno o ambos miembros mantengan creencias rígidas de cómo debe efectuarse el cambio, o expectativas negativas sobre el mismo (expectativas derrotistas, "auto-justificación": el comportamiento de uno es normal para la situación, argumentos de reciprocidad rígidos: "No haré nada a menos que comience mi cónyuge" y culpar al otro: "A mí no me pasa nada, el otro es el problema"). El terapeuta utiliza dos técnicas cognitivas generales para afrontar estos problemas: (1) El terapeuta da información de las posibles ganancias de modificar esas actitudes y (2) Puede realizar un "balance" de las ventajas (pocas) frente a las desventajas (muchas) de mantener esas actitudes. Pide feedback a la pareja sobre ello.
2º Trabajar los niveles de hostilidad elevados si aparecen: Durante las sesiones o fuera de ellas la pareja puede mantener un intercambio extremadamente aversivo (voces, interrupciones continuas, insultos, etc.). Antes de abordar otros problemas, es necesario disminuir o eliminar esta hostilidad, pues con ella se hace improductivo otros focos terapéuticos (Ellis, 1987, defiende el mismo argumento al centrarse primero en la "perturbación" si aparece). El terapeuta puede realizar sesiones por separado si la hostilidad es muy alta, también muestra a cada cónyuge la relación cognición-afecto-conducta en la ira, y el manejo de la ira personal (cambio de pensamientos automáticos, balance de ventajas/ desventajas y alternativas asertivas a la petición de deseos) y la del cónyuge (enfoque asertivo, cortar y sugerir otras oportunidades más tranquilas para exponer diferencias, etc.). Igualmente se pueden trabajar "sesiones de desahogo" con ambos cónyuges. Estas últimas consisten en seleccionar un lugar y horario para exponer diferencias, normas para no cortar al otro, y como cortar si sube "el tono".
3ª FASE: Manejo de problemas generales y áreas afectadas.
1º Se suele comenzar por un seguimiento conjunto de conductas positivas percibidas en el otro cónyuge, de modo que aumente los puntos positivos de la relación (no se minimicen frente a la maximización de las dificultades).
2º Dependiendo de las áreas afectadas:
a) Comunicación: Se modelan modos de escuchar a la pareja de modo empático, como expresar desacuerdos y negociar soluciones. Se programan tareas al respecto con la pareja y (a veces) también individualmente.
b) Expresión afectiva: A cada miembro se le pide que recoja (p.e auto-registro) aspectos percibidos que le han sido gratificantes por parte de su cónyuge. El terapeuta con esta información, puede modelar alternativas de cómo expresar esas satisfacciones, y sugiere tareas para casa al respecto.
c) Otros problemas generales: Se establecen sesiones de conciliación (similares a la resolución de problemas) se ensayan y se practican como tareas para casa.
4ª FASE: MODIFICACIÓN DE PERSPECTIVAS PERSONALES.
1º El terapeuta muestra la relación pensamiento-afecto-conducta y como registrar estos eventos. Va sugiriendo alternativas para su práctica, con cada cónyuge.
2º El terapeuta presenta hipótesis sobre los supuestos personales y sugiere a cada cónyuge "experimentos personales" para ponerlos a prueba.
3º Igualmente cualquier dificultad; resistencia, en las fases anteriores puede ser abordada cognitivamente (ver fase nº2).

Técnicas de intervención
Nos basamos en el listado propuesto por Beck (1988):
1) Nueve opciones para manejar la hostilidad:
1.1. Hostilidad personal: Detección de pensamientos automáticos; Ventajas y desventajas de mantener ese pensamiento automático y alternativas racionables a los mismos. Modelado de expresiones asertivas de malestar personal.
1.2. Manejo de la hostilidad del cónyuge: (1) Aclarar el problema: No contestar a las ofensas e intentar aclarar los motivos. Escuchar; (2) Calmar a cónyuge (Decirle que se está enojando, que así no podemos entenderle e invitarle a sentarse y a expresarse más calmadamente; (3) Concentrarse en solucionar el problema: desviarse del contraataque y centrarse en generar soluciones; (4) Distraer la atención de la pareja: cambiar de tema y cuando esté más calmado, volver al tema; (5) Programar sesiones de desahogo (ver más adelante) y (6) Dejar el lugar y decir que solo se seguirá hablando en un momento de más calma (última opción, ira extrema o peligrosa). Se ensayan alternativas y se comprueban.
2) Sesiones de desahogo: Se establece un lugar y horario preciso donde cada cónyuge expresa durante un tiempo limitado de antemano, y por turno, sin ser interrumpido, una serie de quejas de forma no ofensiva y expresando sus sentimientos respecto a una situación dada. Se pueden establecer pausas si aumenta la ira. Si se hacen más de dos pausas se aconseja suspender la sesión para otra ocasión.
3) Escucha empática: Se establece un lugar y horario preciso donde cada cónyuge por turnos expone un problemas durante un tiempo determinado; el otro debe de escucharle sin interrumpirle y devolverle al final de ese turno de modo resumido lo que ha captado del problema, el exponente le da feedback sobre el grado de entendimiento, se repite el proceso hasta un feedback satisfactorio, y comienza el turno del otro. El terapeuta puede modelar el proceso.
4) Normas de etiqueta coloquial: El terapeuta presenta y modela pautas para establecer una conversación más agradable y eficaz. Son las siguientes: (1) sintonizar el canal del cónyuge (si el otro desea apoyo y comprensión emocional o soluciones/consejo práctico), (2) Dar señales de escuchar (verbales y no verbales), (3) no interrumpir (retenerse de expresar las opiniones personales hasta que no acabe el otro), (4) Formular preguntas con habilidad (p.e al iniciar una conversación pedir la opinión del cónyuge sobre un tema; evitar preguntas "¿por qué?), (5) emplear el tacto y diplomacia (no comenzar temas espinosos de manera imprevista sin pedir antes permiso al cónyuge). Todas estas normas se suelen utilizar ante conversaciones ocasionales; ya que son más inefectivas para el manejo de la hostilidad alta, donde es preferible el uso de las nueve opciones.
5) Resolución de problemas: Se trata de modelar con la pareja la definición operacional y concreta de problemas, generar alternativas posibles y seleccionar una poniéndola en práctica, valorando sus resultados e iniciado el proceso nuevamente si no se considera satisfactorio.
6) Seguimiento de aspectos positivos: Cada cónyuge lleva un registro de actividades que ha realizado su pareja y le ha resultado agradable. Se establece un tiempo para intercambiar información de estos registros y se manifiestan peticiones o agradecimientos.
7) Sesiones de conciliación: Se establece un tiempo y lugar donde cada cónyuge habla de un problema por turno, el que escucha asume un papel de investigador y hace preguntas tendentes a obtener información (p.e pedir ejemplos ante una queja vaga o general); y además hace un resumen de las quejas del otro, dándole primero feedback de entendimiento; después le toca al otro, para finalizar con un proceso de resolución de problemas.
8) Técnicas de tipo cognitivo: Complementan el listado anterior. Se suelen usar en una fase avanzada de la terapia, o en momentos de resistencia u hostilidad. Básicamente no difieren del abordaje de otros trastornos: detección de pensamientos automáticos, comprobación empírica y generación de alternativas más racionales. Experimentos personales con los supuestos personales.

Terapia reeducativa grupal

Pretende un cambio a nivel de conducta en busca de mayor adaptabilidad y funcionalidad de acuerdo a la realidad del individuo. Un caso típico es la necesidad de sustituir el hábito de fumar por la acción de mascar chicles. Ejemplos de este nivel terapéutico son:
a. Conductismo
b. Racional-emotiva
c. Cognitivo-conductual
d. Programación Neurolinguística

Terapia racional emotiva

El objetivo de este tipo de terapia es cambiar las creencias irracionales acerca de situaciones, personas u objetos, por creencias racionales.
Los miembros de un grupo de TRE se realimentan entre ellos, practican contando a sus compañeros acerca de sus creencias irracionales y empiezan a decirse a sí mismos sus propias irracionalidades. El hecho de revelar sus problemas a un grupo de personas es terapéutico y también sirve como ataque a la vergüenza o al temor a arriesgarse en caso de que sean tímidos o inhibidos.
Hay tres formas de psicoterapia: 1) grupos a pequeña escala, de 10 a 13 personas; 2) grupos a gran escala, de 50 a 100 personas; 3) entrenamientos intensivos, varios cientos de participantes.
En los grupos pequeños se tienen como objetivos el comprender las raíces de sus síntomas y funcionar mejor en sus relaciones intra e interpersonales, entender las dificultades de los demás miembros y ayudarlos, minimizar sus perturbaciones básicas para que se sientan bien emocionalmente y se trastornen menos que cuando recién se unieron al grupo, alcanzar un camino conductual y filosófico para aceptar la realidad, renunciar a aquellos pensamientos mágicos y saboteadores, tomarla responsabilidad de sus problema, aceptarse por completo a sí mismos y a los demás con sus fallas y errores.
El grupo puede conformarse de personas con diferentes problemas y a diferentes niveles, sin embargo cada una debe haber pasado por una serie de entrevistas en las que se halla determinado que son capaces de escuchar, responder, participar y cooperar en el grupo.
El número ideal de participantes es de 10 a 13 personas, procurando abarcar diversos problemas y equilibrar el número de hombres y mujeres, considerando también edades de entre 18 y 60 años. Los clientes deben ser animados a integrarse al grupo. Un psicoterapeuta será quien se ocupe de que una persona hable a la vez, motiva la espontaneidad y asigna tareas para hacer en casa.
Las sesiones suelen ser de 2:15 horas, una vez a la semana y hay un maratón de 10 horas una vez al año. Una persona debió haber asistido al menos durante 5 semanas antes de dejarlo, lo más preferible es que asista mínimo 6 meses.
La técnica más importante es que un miembro exponga un problema, luego el terapeuta y los demás miembros le hablan acerca del problema intentando descubrir la experiencia activadora (A) y su consecuencia conductual-emocional derrotista (C). Una vez que lo logran lo ayudan a que se centre en las creencias irracionales (B) que lo llevan a tener las consecuencias emocionales. Luego esas creencias son refutadas por el terapeuta y el grupo (D) e intentan ayudar a que la persona aprenda una refutación efectiva, así como dejar tareas cognoscitivas para la refutación que son revisadas la siguiente sesión para saber si se han cumplido para saber si han funcionado o deben cambiarse.
Sesión en video:

Asesoramiento terapéutico


Además de intervenir en problemas graves y moderados, el profesional también puede ayudar a personas que se sienten superadas por alguna circunstancia en particular, pero que no requieren de una terapia propiamente dicha, si no que en un número reducido de encuentros alcanzaría para resolver ciertas dificultades. En estos casos el objetivo es brindar estrategias alternativas a las que estaba utilizando actualmente para resolver un conflicto puntual.

Análisis distributivo y síntesis (terapia psicobiológica)

Aplicación terapéutica de la escuela de psiquiatría psicobiológica de Adolf Meyer; la investigación sistemática de todas las experiencias pasadas de un paciente producen una síntesis constructiva de sus recursos y obligaciones y conducen a un esfuerzo que les permita adaptarse a su medio ambiente).
La psicobiología o biopsicología es un sistema psicológico, el cual considera que la psicología es el estudio científico de la conducta y de la mente (si existe) de los animales dotados de un sistema nervioso que los capacite por lo menos para percibir y aprender. Considera que los animales capaces de percibir y aprender son: a) los mamíferos (incluyendo el ser humano) y b) las aves; se considera predominantemente una ciencia biológica y secundariamente una ciencia social, y se basa en el materialismo como filosofía. La psicobiología adopta integramente la visión científica del mundo, que sostiene que los procesos mentales son procesos cerebrales. Debido a que utiliza la matemática y la biología, en particular la neurociencia, y por lo tanto la química y la física. Dentro de los enfoques científicos de la psicología (el mentalismo, el Conductismo, el psicobiológico), se considera a la psicobiología como el enfoque más firmemente implantado en el sistema del conocimiento científico.
La problemática de la psicobiología está formada por los hechos conductuales y mentales (procesos cerebrales).
Incluye las problemáticas del conductismo y gran parte del mentalismo.
Ignora problemas del mentalismo como a dónde va la mente durante el sueño, el coma o la muerte.
Agrega problemas de la biología evolutiva y del desarrollo, que ignoraba el mentalismo.
Se pregunta en qué estado del desarrollo individual comienza la conciencia.
Plantea problemas concernientes a la lateralización cerebral, el lenguaje y la racionalidad.
Los objetivos de la psicobiología incorporan los objetivos del conductismo y va más allá. La psicobiología no se limita a describir la conducta, sino que la intenta explicar en términos neurobiológicos. El fin último de la psicobiología es la construcción de teorías tanto generales como específicas, capaces de explicar y predecir hechos conductuales y mentales en términos biológicos.
Utiliza los métodos de la neurociencia, el conductismo y la psicofisiología. Utiliza plenamente el método científico, debido a que vigila y altera los procesos mentales, ya que los considera procesos cerebrales. Utiliza por completo el método experimental, que emplea en la actualidad una enorme variedad de técnicas precisas y sofisticadas.
Las características estructurales, fisiológicas y conductuales de cualquier persona son consecuencia de dos factores: el filogenético y el ontogénico. El filogenético, hace referencia a la historia evolutiva de nuestra especie. Este factor se recoge en nuestros genes, a través de los cuales se transmiten, de generación en generación, los logros adaptativos de nuestros ancestros que la selección natural ha hecho posibles y que configuran las características generales de nuestra especie. El otro factor, el ontogénico, se refiere a las circunstancias a través de las cuales el factor filogenético es modulado por el medio ambiente interno y externo (factores epigenéticos) desde el momento en que comienza nuestra vida; abarca, por tanto, el periodo que va desde la concepción hasta la muerte.
El factor filogenético determinará las características generales de nuestra especie, tales como el tipo de órganos sensoriales que poseemos, los sistemas de regulación del medio interno, los sistemas de locomoción etc., todos los cuales determinarán qué estímulos podemos captar y qué tipo de respuestas podemos emitir.
Es evidente que, aparte de estas características generales de nuestra especie, existen variaciones entre los individuos que la conformamos. Estas diferencias son causadas por la variabilidad genética que presenta cualquier población humana y por el segundo factor a que hacíamos referencia como determinante de la conducta de un individuo, es decir, la interacción entre el factor filogenético y el ambiental.
Si el factor filogenético es el causante de las diferencias entre especies distintas, la variabilidad genética y la interacción entre genes y ambiente, son las que hacen que los individuos de una misma especie no sean idénticos ni morfológica, fisiológica o conductualmente. De esta forma podemos concluir que la conducta de un individuo estará en función de su genotipo (información genética que recoge la historia evolutiva de la especie) y de la interacción de éste con el ambiente en que se desarrolle, pudiéndose hablar en términos generales de causas lejanas (filogenéticas) y próximas (interacción genotipo-ambiente, factores epigenéticos) de la conducta.
En este contexto, no cabe duda de que, dentro del conjunto de sistemas que regulan la actividad biológica de los seres vivos, el sistema neuroendocrino, por la estrecha relación existente entre su actividad y la conducta, es el más importante de cara a la explicación del comportamiento. Por tanto, para comprender la conducta de un individuo, es preciso conocer, entre otras muchas cosas, las características biológicas del mismo, cómo dichas características son determinadas por los genes, qué mecanismos modifican la información genética a lo largo de la evolución y por último, cuáles son las características del sistema neuroendocrino que permiten a éste regular la relación activa del individuo con su medio ambiente, es decir, emitir un comportamiento.