El objetivo es que las
personas se desenmascaren frente a los demás participantes, esto puede lograrse
al arriesgarse a compartir algo sobre sí mismos. También se pretende revivir
las sensaciones que tuvieron lugar en un evento para modificarse los patrones
de conducta y cambiar. No hay un orden específico a seguir, se parte de la
exploración de sentimientos dentro del grupo. Sin embargo para lograr los
objetivos se siguen dos lineamientos: las reglas, que garantizan el adecuado
curso de la terapia; y los juegos que forman parte de la técnica y pueden
trabajarse de diversas maneras. Entre los juegos se encuentran:
Diálogo: se escenifica una
parte del conflicto, y puede utilizarse cuando el terapeuta se detecta una
fragmentación u omisión en el relato del paciente.
Hacer la ronda: cuando el
terapeuta hace algún trabajo individual con alguno de los participantes, a
menudo también se ven implicadas otras personas del grupo, a lo que el
terapeuta sugiere que hable con cada una de esas personas para comunicarles sus
fantasías o imaginaciones.
Asuntos inconclusos: una
gestalt inconclusa requiere un cierre. Generalmente es manifestado por algún
sentimiento o emoción no resuelto o inexpresado, a lo que se pide a la persona
que lo manifieste.
Yo asumo la responsabilidad: este
tipo de terapia considera que las emociones, sensaciones o sentimientos son
responsabilidad de cada persona porque le pertenecen. Utilizando esta técnica
se le pide al paciente que después de cada oración añada “y yo me hago
responsable”, con el fin de que tome consciencia de que él decide su propia
conducta.
Proyección: cuando una persona
imagina que otra tiene hacia ella un determinado prejuicio o sentimiento, se le
pide que compruebe si no es una proyección. A menudo descubren que son ellas
mismas quienes tienen ese sentimiento que ven en otros y lo rechazan en sí
mismos.
Invertir roles: cuando el
terapeuta se da cuenta de que la conducta de una persona indica una evitación
latente, se le pide que asuma un rol opuesto al que realiza en el momento.
Contacto/separación: se le
pide al grupo que cierren sus ojos y se ausenten, al mismo tiempo dándose
cuenta del momento en que se ausentaron y en el que dejaron de hacerlo, para
que después compartan su experiencia.
Ensayo: cuando un miembro del
grupo teme manifestar sus emociones, se le pide que imagine qué sucedería si
revelara al grupo lo que siente.
Exageración: se le pide a la
persona que repita y haga movimientos exagerados, el terapeuta observa y le
reporta que se dé cuenta de ellos, así también puede ver el medio que el
paciente utiliza para bloquear la toma de consciencia.
Puedo ofrecerte una frase: el
terapeuta estima que hay un mensaje equívoco, puede construir una frase con el
mismo mensaje y preguntar al paciente que si puede decirla en voz alta y se
percate de cómo suena.
Naturalmente y es obvio que:
frecuentemente las personas desconfían del uso de sus sentidos y se les escapa
lo obvio al buscar en otros el soporte de sus comunicaciones. Se puede
enfrentar haciendo que el sujeto diga al inicio de una frase “es obvio que” y
al final agregue “naturalmente”.
Puede usted quedarse con sus emociones: los
pacientes al darse cuenta, quieren escapar de esa sensación de frustración, el
terapeuta pide que se queden en esa emoción y la enfrente.
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